En los últimos años se han hecho muy populares los alimentos llamados “Orgánicos”, ya que creemos que el consumir un producto orgánico es más sano.

Pero, ¿qué debemos entender por orgánico? ¿Realmente un producto que tenga el etiquetado de “orgánico” es más sano?

Para algunos la palabra “orgánico” significa nutritivo, para otros, alimentos más limpios y seguros; incluso están quienes entienden por orgánico aquellos alimentos producidos sin causar polución o dañando lo menos posible el aire, la tierra y el agua.

Según el Diccionario Manual de la Lengua Española, algunas de sus acepciones mas comunes son: se aplica al cuerpo o ser que tiene vida y a las sustancias que se componen principalmente de compuestos de carbono.

Aplicando esta definición, todos los seres vivos somos orgánicos, desde las plantas hasta los seres humanos, pues estamos compuestos principalmente de carbono. Por lo tanto, casi todo lo que nos rodea es orgánico.

Ahora bien, suele utilizarse la palabra “orgánico” para referirse a alimentos – vegetales y frutas – que han sido producidos sin intervención de fertilizantes o pesticidas químicos; es decir son Libres de pesticidas.

En efecto, la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) define la agricultura orgánica como un “sistema holístico de gestión de la producción que fomenta y mejora la salud del agroecosistema, y en particular la biodiversidad, los ciclos biológicos, y la actividad biológica del suelo” (Comisión del Codex Alimentarius, 1999)

Es decir, trata la agricultura orgánica como un sistema de producción en el cual no han intervenido elementos externos como fertilizantes o herbicidas, buscando dañar lo menos posible el suelo y los demás recursos naturales.

En la mayoría de los países no hay leyes que regulen el uso de los alimentos orgánicos, ni la agricultura orgánica.
Algunos de los países que tienen esta regulación son EEUU, Japón y los países de la Comunidad Europea. En Chile, hace pocos años, se publicó la Ley 20.089, que crea el Sistema nacional de certificación de productos orgánicos agrícolas.

En ella no se refiere solamente a la ausencia de pesticidas o fertilizantes en las frutas y verduras, sino que a un sistema de producción, tanto en el ámbito agrícola, como pecuario o forestal en el que los productos son elaborados, envasados y manejados en forma amable con el medio ambiente.

En conclusión, si bien, ya es un avance que exista una ley que regula la certificación de los productos orgánicos agrícolas, no existe aún claridad en torno a lo que debe entenderse por alimento orgánico, lo que no da al consumidor garantía de que el alimento que se vende sea libre de pesticidas y en consecuencia más sustentable con el medio ambiente.

Alejandra Rios Rodríguez
Director Técnico (S) Área Cromatografía.
Corthorn Quality S.A.